Prototype, el esperado título de acción protagonizado por Alex Mercer ha llegado por fin a nuestras manos y ofrece todo lo que prometía: acción a raudales y muchos superpoderes para recorrer una Nueva York llena de mutantes. Si buscas un juego frenético y lleno de adrenalina no te pierdas este análisis.
Pocas sensaciones son tan seductoras como el poder. Y si ese poder nos lleva a sentirnos invencibles con toda una ciudad a nuestros pies entonces soltar el mando se antoja una tarea harto complicada.
Eso es lo mismo qe deben haber pensado en Radical Enterteiment al desarrollar Prototype, porque si hay algo que destaca en este título distribuido por Activision, es la embriagadora sensación de poder que sentimos por las habilidades de nuestro protagonista, Alex Mercer.
Tanto es así que en los primeros momentos del juego podremos disfrutar al de estas habilidades, luego el argumento nos llevará varios días atrás en el tiempo donde nos encontraremos manejando a un Alex mucho menos poderoso con todo por aprender, una forma ingeniosa de invitarnos a jugar y conseguir las habilidades que ya hemos disfrutado durante esos minutos iniciales.
La aventura de Alex Mercer empieza cuando se despierta medio moribundo en una camilla, descubriendo que han realizado experimentos en su cuerpo, así comienza una historia en busca de venganza y respuestas, ya que Alex no recuerda que le ha sucedido, para poner solución a este contratiempo deberemos absorver a otros personajes para, además de tener sus habilidades y apariencia, poseer sus recuerdos y así componer el puzzle de la trama del juego.
Pero ese es solo uno de los poderes que tendremos a nuestra disposición, la lista es enorme, pasando por los más "sencillos" que tendremos al principio, como correr por los edificios, dar grandes saltos, tener una gran fuerza y agilidad..
Hasta los que iremos aprendiendo, algunos de ellos serán planear por el aire, manejar vehículos, convertir nuestro cuerpo en armas como espadas, látigos o tentáculos...
Lo dicho, Alex no tiene nada que envidiar a cualquier superheroe y en este aspecto radica el principal atractivo del juego, pasearnos por la ciudad cumpliendo las misiones principales o secundarias haciendo gala de todas nuestras habilidades para bien, o para mal, ya que podremos destrozar todo a nuestro el paso.
Y es que el juego no nos impone ningún sistema moral por atacar a ciudados o coger el primer coche que nos encontremos y lanzarlo por los aires, las acciones que cometamos no tendrán ninguna influencia en nuestro personaje ni en la historia, podemos detruir todo a nuestro libre albedrío, algunos pensaréis que esto hace el juego algo simple, y lo cierto es que es verdad, pero Prototype hace de la simpleza una virtud, nos ofrece diversión y acción directas sin más preocupaciones que divertirnos por la ciudad como mejor creamos.
Técnicamente el título cumple sin grandes alardes, las animaciones de Alex y la recreación de sus poderes, así como las explosiones o la cantidad de elementos que pueden llegar a juntarse en pantalla son espectaculares. Pero por otra parte las texturas son pobres, los enemigos son clones unos de otros al igual que los ciudadanos y en general apenas encontraremos detalles sobresalientes.
La música esta en el mismo nivel, cumple su papel pero pasa desapercibida.
Prototype es un gran juego que hay que saber tomar como lo que es, un título de acción directa sin complicaciones. Si es lo que buscas puede ofrecerte muchas horas de diversión (aunque un modo multijugador o algunos extras le habrían venido bien)
Curiosamente su principal virtud puede convertirse en su mayor defecto, y es que la mecánica de las misiones es tan similar y directa que puede terminar por hacerse repetitivo. A pesar de todo es un título notable, muy divertido y recomendable para todos los amantes de la acción y de los grandes juegos.
A favor:
- Los poderes de nuestro protagonista, muchos y variados.
- Libertad para recorrer la ciudad.
- Acción directa desde el primer momento.
En contra:
- Técnicamente tiene aspectos discretos.
- La IA de los enemigos deja mucho que desear.
8/10
