Reanálisis XBOX 360

Inauguramos una nueva sección en la que analizaremos juegos ya lanzados de esta generación que merecen ser tenidos en cuenta.
En esta ocasión os traemos Ninja Gaiden 2, acompañanos y descubre porque el juego del Team Ninja sigue siendo el mejor Beat em up de la generación. Mucha sangre y cientos de enemigos te esperan ¿Te lo vas a perder?

Antes de su salida en junio del año pasado Ninja Gaiden 2 ya era uno de los juegos más esperados por los usuarios de Xbox 360. No en vano la primera parte de esta resucitada saga había sido uno de los mejores juegos de la primera Xbox.

Con esta premisa Tomonobu Itagaki, por aquella época al frente del Team Ninja y auténtico alma mater de la saga, se propuso crear un juego que volviera a sorprender al público y sobre todo que mantuviera la esencia volviendo a tener el mismo equilibrio entre una jugabilidad muy viciante y una dificultad a veces desesperante del que ya hiciera gala la primera entrega.

Ninja Gaiden 2 nos pone nuevamente en la piel de Ryu Hayabusa, protagonista de la saga y también conocido por apariciones esporádicas en Dead or Alive desarrollado también por el Team Ninja. En esta ocasión el bueno de Ryu debe hacer frente al Clan de la Araña Negra en su intento por resucitar al Archidemonio, llegados a este punto debemos señalar que el argumento no es ninguna maravilla, ni pretende serlo, la historia en este caso esta al servicio de la jugabilidad y aunque tiene sus puntos interesantes y algunos personajes por su carácter chulo y socarrón resultan jugosos podemos decir que ante todo sirve como hilo conductor para proporcionarnos situaciones de acción sin parar.

Técnicamente el juego continúa y mejora la línea marcada por la primera parte, la estética en ningún momento persigue el realismo pero aún así se echa de menos más cuidado en algunos puntos, sobre todo las texturas que podrían alcanzar un nivel mucho mayor.
Por el lado positivo tenemos la recreación y animaciones de los distintos personajes, destacan por su buen modelado que os hará alucinar especialmente con los enemigos más grandes y los espectaculares jefes finales, y como no podría ser de otra forma, el propio Ryu, que goza de una gran cantidad de movimientos que realizará con gran rapidez y suavidad. Otro punto positivo son los escenarios, no solo por ser amplios y llenos de detalles, sino por su variedad que nos hará viajar por junglas, alcantarillas, calles nevadas, el metro o canales venecianos.
En cuanto al apartado sonoro lo mejor que podemos decir es que cumple su cometido sin resaltar, las melodías acompañan correctamente a la acción y los sonidos de golpes, cortes y gritos terminarán de ponernos en ambiente.



De esta forma tenemos un apartado técnico correcto, que podría ser bastante mejor en algunos aspectos, y destaca sobre todo por la sobresaliente recreación de los muchos personajes que llenarán la pantalla.

Pero sin duda hablar de Ninja Gaiden es hacerlo de una jugabilidad exquisita y cuidada al milímetro, y es ahí donde esta secuela debía demostrar sus mejores bazas.

Lo primero que llama la atención en este aspecto es nuestro personaje, Ryu es un tipo parco en palabras pero que se ganará nuestros respetos en el campo de batlla empezando por todas las habilidades de las que es capaz: Combatir con distintas armas muy distintas entre si realizando una gran cantidad de golpes, subir dando saltos por las paredes o correr por ellas, realizar movimientos con una agilidad asombrosa, correr sobre el agua, realizar ataques especiales...
Sin duda uno de los secretos de esta franquicia es poner en manos del jugador a un personaje con tantas habilidades y movimientos y además conseguir que el mando responda perfectamente a nuestras indicaciones, consiguiendo de entrada que cada partida sea una auténtica gozada por el mero hecho de controlar a Ryu.

Pero un gran personaje serviría de poco sino estuviera bien rodeado de otros elementos. En ese sentido Ninja Gaiden 2 nos ofrece cantidades ingentes de enemigos con los que combatir que además presentarán una buena variedad.
Siendo sinceros, los combates son una auténtica pasada, y en mi opinión personal que son los mejores que he dirédisfrutado en un juego de este tipo.
Cuando aprendemos a controlar a Ryu y seamos capaces de salir de situaciones como estar rodeandos de enemigos atacándonos por todos los flancos realizando todo tipo de movimientos hasta acabar con ellos descubriremos el placer que produce cada combate, si a eso sumamos la variedad que otorga poder escoger entre varias armas y además mejorarlas tendremos una jugabilidad realmente exquisita en este aspecto.



Antes de seguir debemos señalar dos señas de identidad del juego que pueden hacer que no sea apto para todos los públicos.
Por una parte la cantidad de sangre y desmembramientos que veremos continuamente y que provocaremos con nuestra espada. Y por otra la dificultad del juego, ya que aún habiendo varios modos entre los que elegir se trata de un juego exigente y puede que muchos usuarios no estén acostumbrados a juegos que nos pongan continuamente en aprietos.

Pero no todo podia ser bueno, y Ninja Gaiden también tiene sus puntos negros en el apartado jugable, concretamente en algo tan importante como es el ritmo del juego.
La primera mitad del juego es genial en este aspecto, será difícil despegarnos del mando mientras vamos descubriendo nuevos movimientos, enemigos, y nos enfrentamos a distintas situaciones peliagudas pero que se presentan con una fluidez admirable.
Sin embargo la segunda mitad del juego decae demasiado, las situaciones y combates con los enemigos se vuelven demasiado forzados, simplemente aparecen decenas de rivales en grupos uno tras otro sin mayor excusa que la que ofrezca el guión, pero que comenzarán a resultar tediosos por la mencionada falta de ritmo al ponernos en estas situaciones.
Además los pocos elementos de aventura que presentaba el juego pero que eran muy de agradecer desaparecen por completo, y la dificultad se dispara en ocasiones demasiado requiriendo en algunos puntos mucha paciencia por nuestra parte.



Esto es Ninja Gaiden, sus fallos pero sobre todo sus aciertos consiguen gestar un juego realmente apasionante. Podría haber sido mejor en algunos aspectos, pero tiene el gran acierto de conseguir poner a nuestra disposición una jugabilidad genial, capaz de hacernos coger una y otra vez el mando por muchas veces que se nos atranque una situación. Este es el tipo de juego al que uno siempre recurre para echar una partida.
De manera que si buscáis un título trepidante, que supongo un reto y os haga sentir como un poderoso guerrero que puede enfrentarse a hordas de demonios solo en compañía de su espada no lo dejéis escapar porque es toda una joya que merece la pena probar.

A favor:
-Ryu Hayabusa, controlarlo es toda una gozada.
-La cantidad de armas y situaciones distintas.
-Los escenarios, variados y amplios.
-Los enemigos finales son punto y aparte, suponen todo un reto.

En contra:
-El ritmo del juego, decrece demasiado en la segunda mitad.
-La curva de dificultad en ocasiones se descontrola.
-Técnicamente podría haber sido mejor.

8/10