Artículo de Opinión

En el punto de mira.

Siempre en el centro de todas las críticas. El sector de los videojuegos sigue observando como se convierte en el blanco fácil de una sociedad que busca y no encuentra culpables a sus males.
¿Pero son justas estas acusaciones? ¿A que se debe este ensañamiento con el mundo de los videojuegos?

Casi desde su nacimiento los videojuegos han tenido que lidiar con muchos prejuicios a la hora de abrirse paso hasta llegar a convertirse en una alternativa de ocio tan sana como cualquier otra.
Desde la severidad con que juzgaban nuestros padres a un pasatiempo que según ellos nos quitaban muchas horas de estudio, hasta las clásicas etiquetas sobre que son "cosas de niños" o de gente que no tiene amigos.


Little Big Planet promueve el juego en grupo, compartiendo experiencias con amigos.

Por suerte hoy en día los videojuegos han superado varias de esas barreras, y cada vez se alzan más como una de las mejores alternativas de ocio disponibles.
Sin embargo un gran sector de la prensa y de la política sigue recurriendo habitualmente a la industria de los videojuegos cuando intentan buscar un culpable a algunos de los males que asolan nuestra sociedad, en especial la violencia.

Es habitual leer que han censurado algún juego en un determinado país (Alemania y Australia lideran este nefasto ranking) o titulares amarillistas que se sirven de la manipulación, como el siguiente sacado de 20 minutos hace unas semanas:

Los videojuegos violentos, presentes en sucesos como el ocurrido en Alemania

"Este tipo de juegos pueden provocar situaciones de temor, ansiedad e imitación de la violencia eliminando todo tipo de compasión hacia la víctima."

¿O que me decís de esta escalofriante noticia sacada de Meristation?

Un ministro alemán compara videojuegos con drogas y pornografía

Joachim Herrmann, Ministro del Interior alemán, ha saltado a la palestra de la actualidad por medio de una polémica nota de prensa en la que afirma sin tapujos que los videojuegos violentos se encuentran en el mismo rango que la pornografía infantil y las drogas ilegales.

Yo me pregunto ¿porque tenemos que aguantar los aficionados a este mundillo que se nos trate así? Que se nos tache de seres peligrosos y propensos a cometer actos violentos o incluso se nos compare con traficantes y pedófilos.


Kameo, un mundo de fantasía ideal para todo tipo de jugadores.

Parece ser que alguna gente piensa que los juegos siguen siendo solo una "cosa de niños", no les cabe en sus mentes que somos muchos los adultos que disfrutamos pasando un rato delante de la consola, ya sea solos o con nuestros amigos.
Y les resulta muy difícil entender que habrá gente a la que le gusten los juegos con cierto grado de violencia, igual que hay gente que disfruta con películas de acción, de asesinatos.. sin que nadie por ello se escandalice.

No me quiero imaginar lo que sucedería si un videojuego contuviera contenido sexual como pasa en la mayoría de películas que vemos, esta sociedad hipócrita en la que se llevaría las manos a la cabeza y proclamaría a gritos que se esta corrompiendo a los niños.

Yo, y muchos aficionados que solo queremos disfrutar tranquilos de nuestro hobby, solo pedimos una cosa, madurez. Pedimos algo tan sencillo como madurez y coherencia antes de juzgar a la ligera.
Pedimos que antes de culpar y señalar con el dedo se den cuenta de que esta industria ha crecido, es un sector serio y maduro que merece ser tratado como tal, alberga a muchos tipos de jugadores, no solo a niños.

Para eso esta la clasificación por edades que encontramos detrás de la caja de cada juego, para que los padres puedan saber cuál es el más recomendable para sus hijos. En este sentido no hay excusa al acusar a un videojuego violento de manipular a las mentes más jóvenes, ya que todos están recomendados para mayores de 18.


El código PEGI, cuyo objetivo es ayudar a los padres a elegir que juego comprar.

Por eso si un niño de 9 años se encuentra a lo mandos de un videojuego sangriento en lugar de culpar a la industria, a los desarrolladores, y tacharnos de potenciales asesinos, deberían culpar a los padres que han puesto ese juego en las manos de su hijo.
Y es que por desgracia en la sociedad actual nos encontramos con demasiados casos de padres que prefieren "aparcar" al hijo delante de la tele o la consola para no tener que hacerle mucho caso, y si el niño suspende en el colegio, o si tiene actitudes violentas entonces los culpable son los programas de televión o los videojuegos.


Gears of War, un gran juego explícitamente recomendado para mayores de 18 años.

Por suerte esta situación va cambiando a medida que pasa el tiempo, muchos de los padres de ahora son los que comenzaron a jugar a las primeras "maquinitas" cuando eran pequeños. Pero aún queda mucho por lo que luchar para demostrar que esta industria es una forma de ocio tan sana y divertida como puede ser cualquier otra.
En la que pueden disfrutar personas de todas las edades y gustos, desde las que busquen juegos de acción y disparos, hasta los que busquen fantasía o juegos educativos y estimulantes para la mente.


El famoso Brain Training nos ayuda a mejorar nuestras habilidades mentales.

Y es que al fin y al cabo lo único que pedimos es algo tan sencillo como que nos dejen divertirnos en paz.